De las 14 montañas que superan los 8.000 metros de altura, la única que aún no ha sido ascendida en invierno es el K2. Esto convierte a la segunda montaña más alta de la tierra en uno de los objetivos más codiciados del alpinismo mundial.
Mientras que la mayoría de los gigantes del Himalaya fueron conquistados en la década de los 80 por los alpinistas polacos, las cimas invernales del Karakorum permanecieron vírgenes.
Finalmente, en estos últimos 10 años han ido cayendo una a una, a excepción del K2. Su difícil orografía y su imponente altitud combinadas con el endiablado tiempo del Karakorum, hacen de éste un reto superlativo que ha rechazado a quienes lo han intentado.
Este año al menos un equipo formado por alpinistas rusos, kazajos y kirguís intentará de nuevo su conquista. Será la sexta vez que se intente esta ascensión invernal.
K2: Cronología invernal
1987-1988. Primer intento.
Tras la conquista del Annapurna en febrero de 1987, el K2 pasó a ser el siguiente objetivo del alpinismo polaco. En realidad se trataba de un viejo sueño de Andrzej Zawada. Y es que después de liderar con éxito la primera ascensión invernal al Everest en 1980, el legendario jefe polaco tanteó el K2.
En 1983 realizó un viaje de reconocimiento a la zona del Baltoro para estudiar la viabilidad del proyecto. Sin embargo, las complejidades burocráticas que encontró junto con los problemas logísticos, le hicieron desistir. Una expedición de esa envergadura sin duda conllevaba un gasto que sobrepasaba sus capacidades.
Para solventar el escollo económico, en 1987 invitó a alpinistas canadienses y británicos. Así, el día de Navidad un potente equipo formado por 24 alpinistas -13 polacos, 7 canadienses y 4 británicos- llegaban al CB del K2.
La ruta elegida sería la considerada normal, el Espolón de los Abruzos. Y como era previsible, un tiempo detestable les estaría esperando. Pronto se organizaron distintos equipos y comenzaron a equipar la montaña.
Con Wielicki en la punta de lanza, equiparían los dos primeros campos a los pocos días. Sin embargo, no pudo ser hasta principios de marzo que Wielicki y Cichy alcanzasen los 7300m del C-III. Unos días mas tarde, Mear y Gagnon alcanzarían también esta cota, pero debido al mal tiempo tuvieron que abandonar definitivamente su intento, dando por finalizada la expedición.
Aprovechando la aclimatación del K2, Berbeka y Lwow intentarían en estilo alpino el vecino Broad Peak. Mientras que Lwow se tuvo que dar la vuelta el 6 de marzo a 7700m, Berbeka continuaría esa noche hasta lo que pensaba que era la cima. Más tarde constataría que se había quedado en la antecima a 8027m. A pesar de ello, ésta cota sería el récord de altitud en el Karakorum invernal hasta la ascensión del Gasherbrum II en 2011.
2002-2003. Continuando el legado.
El proyecto del K2 invernal jamás abandonó a Zawada y en el año 2000 comenzó a organizar una nueva expedición. Por desgracia el 21 de agosto de ese mismo año moriría víctima del cáncer en Varsovia.
Sin embargo, su trabajo no cayó en saco roto. Krzysztof Wielicki, fiel a su legado, recogió el testigo y continuó con el sueño inconcluso de Zawada. El 30 de diciembre de 2002, diecinueve alpinistas montaban el CB para atacar la arista norte del K2.
Wielicki integraría en su equipo a cuatro alpinistas ex-soviéticos: Totladze, Tukhvatullin, Urubko y Pivtsov. La expedición comenzó con buen pie, con Urubko y Pivtsov equipando los primero campos a principios de enero. Lamentablemente, el 29 de enero disputas entre Tortladze y Wielicki concluyeron con el abandono de los ex-soviéticos, a excepción de Urubko.
El mermado equipo logró establecer a mediados de febrero el C-III (7300m) y el C-IV (7650m). Con Urubko a la vanguardia, lanzaron un ataque a cima el día 22 del mismo mes. El kazajo y Kaczkan llegarían al C-IV dos días mas tarde, encontrándoselo devastado por el temporal. Tras una mala noche, Urubko detectó un posible edema cerebral en el polaco y abortaron el ataque.
Con la ayuda de Wielicki lograron descender, pero ese rescate supuso el final de la expedición. Morawski escribiría en el diario: «Aunque el K2 se ha resistido una vez más en invierno, esta expedición ha demostrado que es posible su ascenso».
2011-2012. Los rusos entran en juego.
Tuvieron que pasar 9 años para que otra expedición lo intentará de nuevo. A finales de diciembre de 2011 un equipo ruso formado por 17 alpinistas llegaba al CB. Su ruta era nuevamente el Espolón de los Abruzos.
Liderada por Kozlov y contando con alpinistas de la talla de Bolotov o Totmyanin, la expedición rusa logró equipar toda la ruta con cuerda fija hasta los 7.200 a finales de enero.
Por desgracia, Vitaly Gorelik sufriría congelaciones en sus dedos y, tras un fallido intento de evacuación, una neumonía le provocaría un fallo cardíaco. Tras su muerte un 6 de febrero en el CB, la expedición fue cancelada.
2014-2015. Lo que pudo ser y no fue.
En 2011 una cordada formada por Urubko, Moro y Richards alcanzarían por primera vez una cima de 8.000m en el Karakorum, el Gasherbrum II. Animado por este éxito, Urubko quiso trasladar esta filosofía ligera al K2 invernal.
Basado en sus vivencias de 2003, quiso repetir la ruta norte. Para ello invitó a dos de los mejores alpinistas del momento con experiencia en invierno: Adam Bielecki y Alex Txikón.
El polaco venía de hacer la primera invernal al Gasherbrum I en 2012 y la primera al Broad Peak en 2013 -donde moriría su compañero Berbecka-. Por su lado Alex Txikón contaba en su haber con la primera invernal al Laila Peak y había participado en dos invernales al Gasherbrum I, sobrepasando los 7000m en ambos casos.
Por desgracia, el proyecto se quedó solo en eso. El gobierno chino, motivado por la amenaza terrorista, denegó los permisos y la genial cordada tuvo que cancelar sus planes a pocos días de partir.
2017-2018. El retorno de los polacos.
En 2017 una poderosa expedición polaca anunció sus planes al K2. Liderada por Wielicki, contaba con estrellas del alpinismo como Urubko -nacionalizado polaco-, Bielecki, Golab, Tomala, Kaczkan o Malek.
Urubko propuso inicialmente la inescalada cara Este ya que, en su opinión, está más resguardada de los vientos. Explicaba además que su principal problema, las avalanchas, se veía reducido enormemente en invierno.
A pesar de ello, Wielicki era reticente. Como jefe de expedición, el riesgo de afrontar una ruta desconocida y en invierno resultaba excesivo y prefirió centrar sus esfuerzos en la vía Cesen.
Con Urubko y Bielicki de vanguardia, los polacos comenzaron a equipar la ruta. Sin embargo, la constante caída de piedras suponía un problema. Además, a finales de enero, la expedición se vió obligada a hacer un paréntesis para atender generosamente un espectacular rescate en el Nanga Parbat, donde salvaron la vida de Revol.
A la vuelta, la expedición reanudó su trabajo en la ruta Cesen alcanzando Urubko la máxima altitud a 6550m. La peligrosidad de la ruta continuaba siendo alta y no tardaron en producirse accidentes. El 7 de febrero una roca le rompería la nariz a Bielicki que, pese a todo, pudo continuar. Peor suerte tendría unos días después Fronia, al que otra roca le fracturaría el brazo y supondría su evacuación de la montaña.
Ante esto, Wielicki decidió cambiar de ruta al Espolón de los Abruzos. Esta decisión chocaba con la opinión de Urubko, que seguía prefiriendo la cara Este. Pese a ello, continuó liderando la escalada y a finales de febrero era junto con Bielecki el único aclimatado, habiendo pasado dos noches a 7200m.
Sin embargo, las relaciones con Urubko se habían deteriorado. A las discrepancias surgidas por la ruta elegida, habría que añadir otra que resultaría definitiva. Para Urubko el invierno acababa el 28 de febrero y viendo que finalizaba el mes, decidió lanzar un ataque en solitario, desobedeciendo a Wielicki.
El 26 de febrero salió del CB muy ligero, en solitario y sin radio, llegando a alcanzar los 7.600m. Las malas condiciones de la montaña acabarían poniendo fin a su insólito plan. Esta desobediencia le supondría su expulsión del equipo y la posterior cancelación de la expedición.
2018-2019. ¿Un nuevo intento?.
El pasado mes de octubre, un equipo formado por alpinistas de la órbita soviética anunciaban sus planes de ascensión durante este invierno. La expedición coliderada por Artem Brown y Vladimir Pivtsov ha anunciado su intención de atacar la ruta de los Abruzos.
Del equipo ruso, Pivtsov es el hombre con más experiencia. Tiene en su haber los 14 ochomiles sin oxígeno. Además participó en la expedición invernal al K2 de 2003 y ha estado en la montaña 7 veces.
Por su parte, Artem Brown participó, invitado por Urubko, en la difícil expedición a la Norte del Kanchenjunga junto con Bielecki y Txikón. Pese a que solo Denis alcanzó la cima, el desempeño de Brown fue bueno.
Del resto del equipo destacan Roman Abildaev y Serguey Seliverstov, que lograron el invierno pasado el primer Leopardo de las Nieves invernal -premio que se otorga a quien asciende las montañas mas altas de la desaparecida Unión Soviética-.
También hay que reseñar que fuentes oficiales Pakistaníes anunciaron que se había concedido otro permiso invernal a una expedición española. Detrás de este no podía estar otro que Álex Txikón. Ante esto, el alpinista vasco admitió haber solicitado el permiso ya que su coste es relativamente bajo en invierno. Pero asegura que eso no quiere decir que vaya y afirma estar estudiando aún posibilidades. Ante la duda, Brown ya ha manifestado que no vería problemas en unir fuerzas con el vasco.
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